Menorca - paraíso del Mediterráneo
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Menorca, paraíso del Mediterráneo
Menorca es una isla de armonía: su paisaje es una soberbia mezcla de colores, matizes y tonalidades en un entorno natural privilegiado. Menorca es la isla balear que mejor ha conservado su ambiente y paisaje. Más del cuarenta por ciento del territorio menorquín está protegido por las leyes del Parlamento Balear y en octubre de 1993 se le otorgo la declaración de Reserva de la Biosfera. Menorca tiene una superficie de 702 kilómetros cuadrados y 216 kilómetros de costa. La distancia máxima de recorrido es de 47 kilómetros, entre Ciutadella y Maó. La costa de Sant Lluís, en el extremo oriental de la isla, es el primer punto de España donde sale el sol. Menorca tiene una población de 67.000 habitantes, y se divide en ocho municipios: Maó, capital administrativa de la isla, Ciutadella, la antigua capital, Alaior, Ferreries, Es Mercadal, Es Castell, Sant Lluís y Es Migjorn Gran.
Naturaleza viva
Menorca se divide en dos mitades simetricas que le confieren una riqueza geológica y pasajística de singular belleza. La mitad norte, con su costa agreste de poca vegetación, está marcada por los siglos de embate del mar y los fuertes vientos de norte invernales, que reciben el nombre de tramuntana. Esta salvaje costa norte, rica en flora, fauna y monumentalidad, alberga numerosos islotes vírgenes y originales playas de arena rojiza. El sur está formado por roca calcárea, es plano y sinuoso. Sus suaves colinas solamente se ven interrumpidas por barrancos esculpidos por la fuerza del agua y que albergan preciosas playas de arena blanca en sus extremos. Algunas de estas calas de aguas cristalinas y rodeadas de pinos, sólo son accesibles por pequeños caminos rurales o por mar. El punto más alto de Menorca, el Monte Toro, con sus 357 metros ofrece las mejoras vistas panorámicas sobre toda Menorca.
El patrimonio cultural
Menorca ha sido, desde la prehistoria hasta tiempos muy recientes, lugar de paso de distintas culturas a causa de su situación estratégica en el centro del Mediterráneo occidental. Esto ha propiciado que desde los albores de los tiempos diferentes pueblos hayan codiciado la isla como puerto de escala y refugio. Unos y otros dejaron un rico legado histórico en la isla, que hace del más oriental de los territorios de la Baleares una tierra con un relevante patrimonio. Es por ello que historiadores y arqueólogos han considerado que Menorca constituye un auténtico museo al aire libre. En Menorca podrá encontrar más de 2.000 huellas prehistóricas, romanas, paleocristianas y árabes. El atractivo de Menorca sigue intacto hoy en día gracias a su maravilloso entorno, su riquieza cultural, original gastronomía y unas tradiciones y fiestas propias. El caballo es el protagonista de todas las fiestas populares que se celebran a lo largo del verano menorquín. Desde junio a septiembre los caballos y sus jinetes reviven cada año un ritual que nació a principios del siglo XIV. En estas páginas le acercaremos a la isla menos conocida del archipiélago balear, Menorca.
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